Ayer logramos una victoria épica en uno de esos partidos que crean afición
a este deporte. Vencimos en un partido muy limpio, emocionante y frente a un
equipo que se mostró superior a nosotros durante 39 minutos de juego. No fue
nuestro mejor partido pero pusimos sobre la mesa todo lo que teníamos. Jugamos
nuestros sistemas, estuvimos con 2 bases en pista durante muchos minutos,
incluso llegamos a tener 3 hombres altos en el campo, presionamos en individual
a pista completa y también a media cancha, defendimos en zona y hasta hicimos
una defensa mixta en el último cuarto que desembocó en la sustitución de su
mejor hombre a falta de 3 minutos para el final, lo cual pienso que nos dio
alas.
Todo se resolvió a falta de 18 segundos. Íbamos 3 puntos abajo y pudimos recorrer la pista entera y tener la opción de un tiro de 3 puntos bien librado que no entró. Nunca comprenderé por qué los equipos siempre permiten ese tipo de opciones. En el rebote ellos palmearon la pelota fuera y pedimos tiempo muerto. Sacábamos de banda muy pegaditos al fondo. Lo más razonable era preparar algo que habilitara a un jugador a tirar un triple en las mejores condiciones posibles. Esta opción era la más lógica pero también la más previsible. Además nuestro mejor tirador se había lesionado. Así que decidimos colgar un balón a Pedro que anotó bajo el aro tras bloqueo ciego de Riki. La asistencia fue de David. Casi no había avanzado el crono y sacaron de banda rápidamente y tras un desajuste defensivo Javi tuvo que hacer una falta in extremis. Una falta por detrás, nada violenta pero sin ánimo de jugar el balón que debió ser señalada como antideportiva. Error arbitral que los jugadores de Torrellano no protestaron y que probablemente se produjo porque minutos antes le habían señalado una antideportiva a Riki que no era. 8 segundos, nosotros 1 punto abajo y 2 tiros libres para ellos. Sólo consiguen anotar uno de ellos y a la contra Javi cruza el campo, asiste a David quien lanza a 5 metros y anota sobre la bocina. Nos vamos a la prórroga.
Todo se resolvió a falta de 18 segundos. Íbamos 3 puntos abajo y pudimos recorrer la pista entera y tener la opción de un tiro de 3 puntos bien librado que no entró. Nunca comprenderé por qué los equipos siempre permiten ese tipo de opciones. En el rebote ellos palmearon la pelota fuera y pedimos tiempo muerto. Sacábamos de banda muy pegaditos al fondo. Lo más razonable era preparar algo que habilitara a un jugador a tirar un triple en las mejores condiciones posibles. Esta opción era la más lógica pero también la más previsible. Además nuestro mejor tirador se había lesionado. Así que decidimos colgar un balón a Pedro que anotó bajo el aro tras bloqueo ciego de Riki. La asistencia fue de David. Casi no había avanzado el crono y sacaron de banda rápidamente y tras un desajuste defensivo Javi tuvo que hacer una falta in extremis. Una falta por detrás, nada violenta pero sin ánimo de jugar el balón que debió ser señalada como antideportiva. Error arbitral que los jugadores de Torrellano no protestaron y que probablemente se produjo porque minutos antes le habían señalado una antideportiva a Riki que no era. 8 segundos, nosotros 1 punto abajo y 2 tiros libres para ellos. Sólo consiguen anotar uno de ellos y a la contra Javi cruza el campo, asiste a David quien lanza a 5 metros y anota sobre la bocina. Nos vamos a la prórroga.
Después ocurrió lo que suele ocurrir en las prórrogas. El equipo que fuerza
el empate se viene arriba y quien perdonó acaba arrojando la toalla. En ataque
Javi estuvo excelso anotando 30 puntos y con un trabajo igual de importante
pero mucho menos vistoso destaco a Adrián, el cual atrás en defensa fue quien
más nos aportó haciendo su mejor partido en lo que va de temporada. Lo peor fue
la recaída de Adolfo con sus problemas musculares.
De Torrellano me gustó mucho su hombre alto el cual nos hizo mucho daño.
Son una plantilla que está plagada de jugadores con un buen 1x1, exteriores que
rompen una y otra vez anotando fácil o generando ventajas para sus compañeros.
Es un equipo que me ha gustado mucho, saben a que juegan y además defienden muy
bien, no escaqueándose nadie atrás. Si nosotros
tuviéramos siempre esa intensidad defensiva diría que tenemos al menos un 50%
de ganar a Calpe, pero siendo así sólo a veces dependemos de estar muy entonados
en ataque para batirles como ocurrió contra Altet.
Todo puede suceder pues somos como somos, somos el equipo de Agost. El
sábado teníamos el partido completamente perdido y creímos que lo podíamos
ganar demostrando que en el deporte si se desea algo con la suficiente fuerza
se puede lograr. De momento, hasta que nos visite el coco está permitido soñar
con el éxito. Próximo objetivo: Albufereta
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