Hoy enfrentábamos
al Fundesem Basket School,
un equipo con un
entrenador nuevo y
joven, en contraste
con una plantilla
de vuelta de todo,
llena de esos jugadores
que tienen pinta de
tener ya el culo
pelao de jugar temporadas
y temporadas en esta
categoría, gente con
oficio. Nosotros en
cambio somos un equipo
que entiendo que combina
bien juventud y experiencia,
pues el debut hoy
de Pedro, Adrián y
Alberto (que aún
no habían jugado esta
temporada) nos dan
un toque de frescura
que deben ayudarnos
a elevar nuestra intensidad
defensiva y llevarnos
a un estilo de
juego más veloz pero
sin perder la lectura
y el criterio que
venimos mostrando
las últimas semanas.
A las bajas
ya conocidas de Adolfo
y Riki, en el
entreno del martes
se sumaba Javi, nuestro
base titular el cual
sufrió lo que parece
una rotura de fibras
en el abductor.
Tiene para
al menos 2
semanas. Lo único
que me preocupaba
de nuestro otro base
(David) es su
estilo alocado con esa enorme
intensidad defensiva
que muestra en cada partido,
lo que podía llevarle
a cometer más faltas
de las debidas y
dejarnos en bragas
pues no tenemos más
bases en plantilla.
Primer error.
Los primeros 10
minutos fueron un
período lleno de
imprecisiones por parte
de ambos equipos que
nos dejó un resultado
más favorable del que obtendríamos en
los cuartos posteriores
(+7). Yo estaba intranquilo
pues me di cuenta
de que iba a
ser un partido de
escasa calidad en el
que nos íbamos a
tener que fajar bien
y ganarlo con mucha
lucha. En este primer
cuarto cometí el primero
de 3 errores importantes:
agoté los 2 tiempos
muertos de los
que disponía en la
primera parte. Al
final de este primer
cuarto cambiaron su defensa
y ya no volvieron
a defender individual
en todo el partido.
Segundo error.
Pronto eché en falta
poder solicitar los tiempos
muertos que había
malgastado recientemente.
En este segundo cuarto empezamos a
hacer cosas mal como
lanzamientos que van
contra la filosofía de
juego que intento inculcar. También empezamos
a aplicar una variante
defensiva que hasta
el tercer cuarto no
me di cuenta de
que estaba reñida con
una consigna que había
dado a los jugadores
en cuanto al rebote
de ataque y el
balance defensivo.
Además sólo la había
explicado en la
pizarra 20 minutos
antes de empezar a jugar.
Era algo que no
habíamos trabajado
en los entrenos y
por tanto no salió.
Sólo nos salvó la tibieza a la hora de subir el balón por parte de algunos
exteriores del equipo contrario, que nos llevó en momentos puntuales a acciones
defensivas al límite las cuales los árbitros no sancionaron con falta y se
tradujeron en robos de balón y canastas fáciles para nuestro equipo en
contraataque.
Tercer error.
Con
todo esto nos vamos
al descanso 9 puntos
arriba. En ese
momento entramos al
vestuario y me
dedico a dar mucha
información y mal
estructurada, que aunque
en mi cabeza la
tengo clara debo expresarla
mucho mejor a los
jugadores, no suelo ser tan
mal comunicador. Los
jugadores probablemente
confundidos y sin
apenas tiempo para calentar
salen a jugar en
el tercer cuarto. Lo
perdemos por un
triste 9 a 7.
Yendo 7 arriba y
con un tanteo tan
bajo, a pesar del
nerviosismo de algunos
jugadores, nos hacía
ir como claros favoritos
a llevarnos el partido.
Además aunque su jugador
más talentoso (el pivot
alto) estaba anotando,
nosotros fuimos muy
superiores en el
rebote durante todo el
encuentro gracias a
Pedro y Adrián fundamentalmente
los cuales atraparon
8 rechaces cada uno.
La parte positiva es que sacamos una
victoria por 38-47, pero tenemos que jugar mucho mejor. Acumulamos mas de 20 pérdidas de
balón frente a un equipo que no achuchaba en defensa. Hicimos 15 de 60 en tiros
de campo y la dirección del equipo fue mala, en parte por la baja de Javi y en
parte por los fallos que tuve llevando al equipo.
Es posible que hayamos enfrentado el
partido con cierta relajación. Espero que esto no nos ocurra de nuevo la semana
que viene que jugamos contra el colista de la liga. Sé poco de ellos, creo que
son grandes y han fichado recientemente a un buen jugador. Nosotros luciremos
mejor de lo que estuvimos hoy, palabra.
D. Olmos